Llaneza

Caí en la tentación

La serpie convertida en tentación 

se desliza sigilosamente 

me induce a lo que llaman pecado.

 

¡yo! con tentativa a ser profana

sin pensarlo y de manera decisiva 

aproveché la ocasión que me brindaba la vida.

 

al ver a ese hombre guapo, fornido 

con una actitud provocativa 

le ofrecí mis labios, mientras

sus manos todo mi cuerpo recorría,

 

nos miramos con lascivia 

y sin pérdida de tiempo, ni recato 

la fogosidad dijo ¡presente!

 

los besos húmedos y caricias 

en las zonas erógenas, hicieron 

que, surgieran los suspiros,

 

con el coito despacioso, al ahondar 

era estar en la gloria  

los gemidos le dieron paso 

al orgasmo apoteósico,

 

si “pequé” por esa orgía 

entonces arderé en el infierno 

porque aún no me arrepiento de nada 

y jamás me arrepentiré.