A las mamitas queridas
les deseo lo mejor,
buena salud, mucho amor,
mujercitas consentidas;
engendradoras de vidas,
del sentido y del color,
dignas hijas del Señor
por siempre comprometidas;
defienden a sus pequeños
con fiereza y con ternura,
renuncian a tantos sueños
por amor a su criatura:
son sus entregas y empeños
esa luz más limpia y pura...