Hoy ya no es hoy...
y tú en ese afán infame
huyes de mí...
Traspasa mi tiempo eterno,
y los astros que giran
arriba y abajo nos vigilan.
Una sombra selénica
aparece en tu frente,
y marca paso a paso
un siglo de grave amor.
El horizonte ancho y verdoso,
te envuelve y te pierdo...
y vuelvo y te veo nítida
en mis sueños eternos.
Te veo en mi cama tibia,
y apareces en el umbral de mi frente,
y hasta en el recodo más profundo
de mi oído...
Traspaso mi tiempo gris,
y los hilos conductores de un hado,
me oprimen, me niegan todo...
Traspaso de un tiempo hoy,
amarillo o verde.
HOY YA NO ES HOY...
Enero 13 de 2000
DORMIR CONTIGO
Dormir contigo al amanecer
es conquistar mis ansias, mis miedos...
La tibia luz de tu AMOR
atraviesa mi cuerpo, mi vientre,
cual veloz saeta en combate...
Dormir contigo al anochecer,
posibilita sentir las ganas
de ahondar en tus pechos,
cabalgar en tus sueños,
aún en tu cuerpo...
Dormir contigo a todas horas,
es acariciar tu voz,
que... entrecortada y dulce
penetra en mis huesos blandos y blancos...
Dormir contigo en el tiempo,
en una noche eterna,
de horas, minutos y segundos,
es sentir lo hermoso y bello de este universo...
Dormir contigo en el ocaso,
es cogerlo todo
y creer que todo existe...
INCLUSO DIOS!
Diciembre 22 de 2000
ATARDECER
longeva y febril,
ha pasado de castaño a oscuro.
Los ímpetus de tus ojos
intactos y risueños
irradian fulgores de Luna,
de sombras eternas,
que unidas en un connubio
me enloquecen, me embrujan...
Esos lumínicos besos de tus labios
cubren los sórdidos
y las tristes noches...
Ese miedo a ganarte o perderte
invade con tamiz
la textura de tu aliento
que herrumbroso ha llegado a mí.
Atardeceres en tu pelo
en ocasos y ponientes,
de noche y de día...
atardeceres en tu alcoba,
en ausencia de aquel
que vuela en las frías madrugadas
y sórdidos amaneceres,
cómo un pájaro o un hombre...