Te veo en el sol…
En el brillo de una estrella en la noche…
En la estrella en la arena,
Que el mar arrojó en la orilla.
Las noches no son noches sin tus días
No hay sol, no hay nubes; no hay lumbrera.
La lluvia cae y nada a su paso moja;
No hay sensibilidad que mitigue su tenacidad
Luces van y vienen en la calle
Algarabía alrededor se siente,
Como si fuera tiempo de fiesta
Mas no hay premura que litigue todo andar.
El camino al andante es vacío
No hay preponderación de ánimo
Se fueron las piedras y las rosas del camino
Y el caminante camina solo su andar.
Es la propagación de algo que se quiere dar
Mas sintiendo el poder de la esperanza
El caminante sigue su andar,
Con el temor de Dios y su pezar.
Antes de cerrar los ojos, el alma y el corazón
Al soñar con las alboradas serenas:
Piensa alma mía, piensa… No déjes de pensar;
Al final del camino, el faro su luz ha de dar…
Allí finalmente encontrarás paz
La paz que al fatigado llena de alivio,
Como agua que calma la sed del mas sediento
Pues al final del camino encontrará su empeño.
No hay cadena que a nada te ate
Ni libertad que te prive de ser libre
Hay amor y paz en los esquemas del alma
Y en lo oblicuo de la vida, perdón y satisfacción.
Ste.41023.h.1028p.m.By:Jorg L. Casado