Mercedes Bou Ibáñez

Palabras

 

Palabras

¡Cuánto nos pueden enseñar,
y cuánto daño nos pueden hacer!

Las palabras, 
deberían pedir la orden de alejamiento del hombre,
por el mal uso que hacemos de ellas muchas veces.

Me deleita el sonar de las palabras
pequeñas, juguetonas y traviesas
algunas son tan duras como piedras,
parecen de pastor, que guarda cabras
y otras tienen sabor a dulces fresas.

Algunas quizás pecan por espesas,
otras las oigo, fluir muy misteriosas
susurrando consignas traicioneras,
otras brillan como perlas divinas,
mas en el fondo, todas son preciosas
derramando su miel por las troneras
e invitando a soñar con las estrellas.
Pero en todas las rosas hay espinas,
que arañan cuando menos te lo esperas.

Quisiera llegar pronto a la era e instruirme la primera,
y en la voz y la palabra, medir mi  pobre estatura
con las letras que me pierdo, por no saber disfrutar 
de cada hora su momento.

¡Oh libertad, gran tesoro! concédeme sin peligro,
tu secular cabello suelto y el poder de la palabra,
saca de mí todas las piedras, cúbrelo todo de hiedra. 
Del lodazal de mi alma me mudas el barro en tierra 
y haz germinar una ofrenda a mis hermanos de letras 
por todo lo que me aman... por todo lo que me enseñan. 

Es condición humana el intentar representar 
dos vertientes  en su paso por la vida,
somos un yo interior y un tú que la gente ve, 
pero por mucho que lo intentemos, como dice Serrat;

Del derecho y del revés,
uno solo es lo que es
y anda siempre con lo puesto.

Mercedes Bou Ibáñez