Comprendí que mi vida estaba en una oscuridad absoluta, yo era el cero en la ecuación de la vida y tu esa operación que rompe toda regla.
Comprendí que la soltería es un don de Dios, pero que estar en pareja es un regalo del universo cósmico.
Comprendí que era imperfecto hasta que llegaste tú a cambiar esas imperfecciones, que no solo me retrasaban, sino que me quitaban la libertad de amar.
Comprendí que sin importar que no te vea ni te sienta, a mi manera puedo gozar de tu presencia, porque nuestras almas ya se entrelazaron entre los conceptos del amor.
Al conocerte Maria entendí, que hasta entonces mi vida no habia sido otra cosa que tu ausencia.