Ed-win

La primera pesadilla

 Una noche, él no podía dormir, hacía frío, estaba nervioso
y se tomó unos calmantes que no le dieron tranquilidad,
aunque no era invierno, el frío lo seguía sintiendo.
Pensó que de pronto iba a llover, así que se enrolla
con la manta hasta la cabeza y finalmente se quedó dormido.
Un momento después oyó un ruido y al despertar
se dio cuenta de que la habitación se había enfriado demasiado.
Entonces pensó que la ventana se había abierto, pero no fue así,
estaba casi seguro de que percibía una brisa soplar a su alrededor,
la  sentía casi electrificada y un zumbido la acompañaba.
Pero no fue hasta que sintió una fuerte ráfaga sobre él
y al levantar la mirada, se quedó paralizado al ver un enorme
agujero negro que crecía arriba en su techo.
Parecía estar vivo, era muy extraño y más oscuro que la misma noche.
Era plenamente consciente que esa presencia, 
se alimentaba de sus nervios, su respiración se aceleró 
y el miedo se apoderó de todo su cuerpo.
Luego un viento comenzó a reventar con fuerza, él trató de
tomar el control, pero solo pudo acostarse boca abajo
con los ojos cerrados, aferrándose a los bordes de la cama,
que comenzó a girar y a flotar en el aire cómo si estuviera
dentro de una centrífuga.
La rotación se hizo más intensa y la habitación fue atraída
hacia el agujero negro.
Sentía que todo su cuerpo se helaba hasta los huesos,
sin ver el agujero le tragaba lentamente, convirtiéndolo en
un sólido bloque de hielo.
Cuando estaba a punto de rendirse, abrió los ojos y se dio
cuenta de que el sol estaba saliendo, y dijo:
Ya amaneció Gracias a Dios, fue un mal sueño.