Zozobrándolo acezan lametazos
al nadador abandonado al blando
vientre que hiende con los brazos
y los pies adormecidos pateando
el remolino famélico de la fiebre
El temperamento apura la liebre
y propaga palabras para paganas
gentes que juntan sus palanganas
y parcas ganas en noche cosechadas
Un firmamento impera sobre la nada
donde la Luna continúa su vigilancia
Posible apreciarla a larga distancia
pero difícilmente tolera ser tocada
sin la inocente gracia de la infancia
Espumas furibundas inundan la estanca
playa de penumbra entre la yuvia blanca
Uno rompe olas y el otro galopa
las de arena y rocas por la popa
de una barca estacionada salen
como los rotos caos mas arbitrales
Es la boca del azufre que sopla
los lunes de copas en sus coplas
Gandúles marmotas abortan luego
la pesca que queda fuera del fuego
escaseando alimento para sus egos
aprendido el sentido de tal desapego
Ya pues el dudoso paso sin tanta prisa
atraviesa la selva sofocando una risa
que florece al frotar la fronda la brisa
y brota entre el fango su forma precisa
Ademas el silencio guarda algunas
calaveras en las catacumbas brunas
y se soslaya el eterno misterio sumo
en esos pasadizos tupidos del humo
que sube húmedo hasta otro cielo
hayándose el velo sucio en el suelo
entre los huesos de ejércitos caducos
ajenos al bufón y sus lúdicos trucos
como al rey desterrado por eunuco
quien bebe cenizas de un oblongo bock
o sal fría que filtra desde el lago Vostok
a su bajo trono para agasajo de un cuco
culo sentado al lado zurdo de su corazón
tan loco aunque tampoco asumo la razón
que me hizo decir el hechizo del rizo suco
a un concierto de patricios reacios
reunidos frente al balcón del palacio
hasta desbordar el elástico espacio
tiempo sintiéndolo demasiado escaso
mientras me colmo de paciencia el vaso
y como polvo de dinosaurios batracios
sacados de entre topacios al ocaso
Uno de los desgraciados comerciantes
apostados rodeando el templo católico
tenía solo dos docenas de desplantes
pero le vendió al prógimo centenares
El pueblo sacro acaso se volvió alcohólico
obeciendo los decretos de los cerdos zares?
Y toda ilegalidad está recomendada
para aqueyos que no creen en nada
mas que obrar a su justa manera
porque la vida nunca fue una carrera
sino una jugada maestra del aprendiz
que se negó a entrar en la mútua matriz
para aislarse del aire contaminante
y poder seguir andando hacia adelante