Inhóspitos parajes auguran la reconstrucción de las máscaras
Hay máscaras de lágrimas de cocodrilo
y máscaras de sepulcros blanqueados
hay máscaras de dolor impropio
y máscaras de risas insignificantes
y luego hay máscaras de verdades falseadas
y de mentiras creíbles y de mentiras creyentes.
Hay máscaras de forestas deforestadas
y de venados hambrientos, de flores marchitas
y de visiones, y de espejismos y de injurias...
Hay máscaras de libélulas audaces y máscaras de abejas asesinas
Las hay de murciélagos sordos, de buitres enyesados, de colmenas sin abejas y de panales sin miel, y las hay también de incendios y devastación total…
Una mujer con cara de desierto se puso una máscara de oasis para engañar a los sedientos; y un hombre con cara de inundación se colocó una máscara de resort veraniego, la mujer mira al hombre, el hombre mira a la mujer y se deshacen entre risas y escaramuzas y licuefactos se deslizan en silencio dentro de alcantarillas con sendas máscaras de Baticuevas.
Una paloma con máscara de halcón se enfrenta a un halcón con máscara de paloma y ya no se sabe quién es quién, si el halcón que se come a la paloma o la paloma quien devora al halcón.
Un inhumano con máscara piadosa se apiada de una viuda meretriz disfrazada de guardiamarina, mientras su hijo salta seiscientos tiburones, mil doscientos combinados y se planta de tortuga (apoyado al suelo solo con la frente y la punta de los pies)
-Mami, ya me duele la cabeza, no puedo más
-Tómate un acetaminofen muchacho necio y déjame acabar
-¿Acabar qué, mami?
- No preguntes bobadas…dale, dale, dale duro a esta piñata…
-¿Piñata? Entonces quiero caramelos, mami dame caramelos
-dale, dale, dale, dale duro a esta piñata...
Y las máscaras se multiplican, se hacen interminables, infinitas y ¿por qué no? algo aburridas...
Y ni siquiera es carnaval