Anne Black

Mi querido Gabriel


Tu manera tan peculiar de ser enloquece mis mañanas y sin darme cuenta cae una bomba atómica que desordena de forma desastrosa el desorden originado de cada día. Tienes el don de sacar lo peor de mi en segundos, no obstante, veo en ti la bondad escondida que provoca que te ame, aunque el panorama no sea el mejor y muchas veces quisiera matarte. 


Sabes calmar las aguas cuando se asoma un tsunami, cuando me desespero y me entra el pánico. Y a pesar de lo que la gente diga, yo veo en ti, un luchador, un sacrificador que procura que nada nos falte y que nos quiere a su manera, pero con intensidad. La misma intensidad con la que yo te amo a ti. 


Tienes un alma llena de cicatrices, sin embargo, no te rindes y velas por lo que tenemos juntos. Por eso, mi querido Gabriel, quiero que te enteres que te elijo y escogeré eternamente, por lo que eres y por lo que soy cuando estoy cerca de ti.