Qué destino habrán tenido
mis cartas y otros escritos,
aquellas misivas llenas
de mil piropos gastados.
Tal vez estarán guardados
en la esquina de un baúl
dentro de tu agenda azul,
amarillos por el tiempo.
O quizás dentro de un libro
de poemas o de texto
mis decires inconexos
hallaron descanso eterno.
O puede ser - a veces pienso-
que los veas de cuando en cuando
y los leas desempolvando
aquel ayer de nostalgia.
O se habrán vuelto cenizas
y el viento se habrá llevado
mis poemas mal rimados
y mis cartas de dulce amor.
08-01-91.-