Sentado en sillón de madera
en el pórtico de rural morada
muy temprano de mañana
la figura de un hombre ha descubierto la alborada.
Con la mirada perdida
en el inmenso jardín del campo
con taza de café en mano
la brisa matutina le convida su canto.
Sumergido en sus pensamientos
como pez del cercano río
llegan a sus entendimientos
el canto de las aves con tono bravío.
Que lo llevan aún más a sus adentros
al profundo mar de la imaginación,
donde mil sirenas salen a su encuentro
a calmar las dudas de su corazón.
¿ Será como la de ojos bonitos
que me ha mirado ?
Sorbe su bebida
mientras una sonrisa ha dibujado.
¿ O como la de voz divina
que escuché embelesado ?
Medita con la mirada perdida
en el campo de rocío perfumado.
¿ O quizás sea como
la de sonrisa hermosa que me ha cautivado ?
Imagina mientras entre las nubes
se cuela el primer rayo dorado.
¿ Y si tiene el pelo lacio como prado dorado ?
¿ O lo tendrá ondulado,
como las montañas de mi tierra ?
Emocionado sueños en su corazón encierra.
Ya el viento le ha traído
de mil pajarillos su trino
mientras su imaginación
ve venir su pequeña figura por el camino.
Que en inmaculado
vestido de tul celeste
corre a sus brazos
para que en su pecho su carita recueste.
Ya el sol está en levante
y su lluvia dorada lo baña
ya a la vida otro día ha despertado
a un soñador que la imagina ilusionado.
¡ Es hora de trabajar !
el ladrido del compañero
de su marasmo lo saca
y da el último sorbo a su bebida opaca.
Otra vez a la bendita rutina,
otra vez al trabajo divino,
se ha disipado la neblina y en la labor los pensamientos,
otra vez refrescan el espíritu como el mejor vino.
Gastón Medina Vázquez
Primavera 2023