Yo no voy a morir si en tu pensar existo
y en él soy roble, arena o cuarzo,
o recorro tu interior como lo hacía tan sonora
el agua de la acequia.
Pero en ese extenso verdor donde vive tu memoria,
más querría ocupar esos momentos quietos
de placentera charla, bendecida por la vida,
como un suave latido en la penumbra.
Estar en la vital experiencia de raíces,
induciendo al verdor de sombras reales
y en todas esas palabras que naciendo del común afecto
hicieron nido en el ser y desde allí me llaman.
De mi libro “De esas letras pendientes”. 2018 ISBN 978-987-763-836-3