Amada mía,
amada tierna,
déjame dedicarte en este día
palabras bellas.
Es tuya mi poesía,
que te ofrezco en ramos,
con una linda melodía
sobre tu regazo.
Quisiera que fueras mi hoja,
y yo ser, el rocío,
sobre tus dulces brazos
tenme suspendido.
Amor, que eres madre
tú eres mi mundo,
te confieso amarte
en lo más profundo.
Para ti voy a dedicarte
la poesía más bella,
y así querida adorarte
en la eternidad de mi poema.
Porque creo en tu amor,
ninguna devota cómo madre,
hasta los ángeles susurran
como tú no hay nadie.
Y así eres mi querida,
tú que aquella,
eres dueña de mi vida
mi amada Lorena.
Feliz día, amor en este día
si yo hubiera sido tu hijo,
la leche de tus senos sería mi poesía
para mi dulce manantial.