Lourdes Aguilar

PARA UNA MAESTRA

A ti cuya vocación en acciones volcaste

sin desespero ante el aula repleta

de escandalosos e inquietos chiquillos

para ti cuyo profesión era sagrada

e ideaste mil formas de lograr tu misión

pues tuyo hiciste el deber de enseñar

 

Sonriente llegabas armada de libros

era la pizarra un campo de pruebas

y muchas veces con alguna ocurrencia

animabas la más tediosa materia

pues para ti el estudio nunca termina

y a desentrañar las cuentas y mapas

a experimentar las teoría y fórmulas

eso inculcaste con humor y paciencia

 

Contigo nadie temía un castigo o regaño

contigo nadie temía a la duda o la burla

pues parecías también alumna traviesa

jugando también a descubrir y aprender

querida maestra tu salón era tu mundo

y a ese mundo te entregabas por horas

 

Por más maestros en el aula y la calle

que como tú en el amor y respeto eduquen

cuya profesión les nazca del alma

para una civilización que enmiende las fallas

para ti que en mi memoria quedaste grabada

querida maestra recibe en el cielo guirnaldas