Annabeth Aparicio

David y Apolo

Entre los pastizales de esmeralda

un bello David apacienta su rebaño

y las Musas en su cabello castaño

le colocan laurel hecho guirnalda.

 

Rostro de rosa, alma de artista

tan lírico y dulce tañe la lira

música divina en el aire gira 

hasta el cielo zafir y amatista.

 

Coronado con laureles y gladiolos

al escuchar su música bendita

del Olimpo baja la bella Afrodita

deseando saber si él es Apolo.

 

¡Pues su música enamora el corazón

envolviendo en nube melodiosa

ya no sabe la divina diosa 

si está en Belén o en el Helicón!

 

Es el mismo don, es el mismo quid,

ante tan bella escena como esta

en su pregunta, tiene su respuesta

David es Apolo, y Apolo es David.