Toca la banda ceremonial.
El mundo despide a sus muertos y el aire se mece entre el ven y su van.
La superficie de la realidad complota entre una neblina crepuscular.
Formas se mueven tratando de buscar un espejo que las caracterice.
Que por fin las defina.
No las define.
Pequeños muertos en vida sin sentido concreto.
Cataclismos mentales por todas partes.
Sin sentidos andan vagando en las calles sin nombre.
No saben que quieren y, por ende, no saben que prosigue después de caerse.
Toca la banda ceremonial,
El mundo despide a sus muertos.
Son muchos los que lloran en el cementerio.
Muchos los que lloran al apagar la luz del cuarto de en medio.
Se van muriendo las estaciones.
Las hermandades se han destruido por completo.
Perdido en el mundo aquella suavidad de verdad que antes albergaba.
Cuentan a murmura que la música ya no les suena como solía sonarles antes.
Cuentan que se han quedado sin hogar quedándoles solo techos sin forma con paredes tenebrosas que les martillan por las tardes.
Las estrellas ya no se presentan como antes
Toca la banda ceremonial.
El mundo despide a sus muertos.
Se van muriendo las estaciones.
Árboles caídos por todas partes.
Niños con hambre.
Ancianos decepcionados y enfermos.