Adiós las flores, yo con el aroma tengo
(anonimo)
Ceñidas, han sido las alas de la mariposa que se ha perdido en el valle de la oscuridad. Sus listones danzantes le atraparón en pleno vuelo y ella, se fusiona al volatil y sanguinolento ambar, que escurre y chapotea en su propio abismo; un abismo cargado de palabras y silencio.
Basta un suspiro inverso para ser embriagado y atado al puñado de mezquinos listones, cuya esencia abraza asfixiante; sin saber, de su perversa naturaleza.
Son psicodelicos hilos volatiles, comparables solo con opio. Flujo, de invisibilidad, invisible al cerrar las puertas del paisaje.
¡cuan profundos, se describen en su trayectoria!
¡oh! indesifrable flujo de tranquilidad y perturbacion
Rio de sangre que sin serlo, embriaga como tal; como licor de el viñedo del olimpo. Que ligeros y amables son tus nudos, pero a la vez, que firmes y atrapantes cuando es la oscuridad quien los promueve.
Desata, entonces a la blanca mariposa; para que feliz vuele lejos de la marea abismal que inocente le obsequias. Y deten tu danza que nadie, exepto ella habra notado.
que nadie, exepto ella notara
Alejandra Quiroga Cota®2010, Todos los derechos reservados