Conduele pensar que algún día quieres tornar y ver de nuevo, volver a ese instante emotivo cuando todo era un entrañable espacio, mirar esas hojas muertas que chillan, el aroma del trigo recién cortado grato y cautivador, la apariencia tranquila del pueblo, una nubecilla que parece navegar a la deriva y desvanecerse, el puente con sus barandas de fruta, la brisa que llena los ojos, el suave olor a humo y a hierba, el carcajeo del arroyo cediendo los cantos de su lecho a las laderas del barranco, diademas de abruptos peñascos y moles rocosas... donde dormita el cielo, claro y verdoso, aquel espacio con sus casas rústicas , tejados, sus muros...sus floreros, sus zócalos de tierra donde sestean los gatos, y entre los pajares gallinas de orgullosas crestas escarbando entre el heno...el canto agitado de un gallo, hacendosos labriegos, una anciana de sonriente rostro...bellas imágenes y que guardas en mente su resplandor... son como hondos estratos de la conciencia, hálito imaginativo, que da el pensar y me da pena no volver a sentir ese ímpetu y que en sueño no pueda volver a soñarse.
Ore
Acuarela.Autor Ore