Lissi

ROPA NUEVA (PROSA)

ROPA NUEVA

Parte de la tradición de nuestros pueblos en épocas pasadas era estrenar ropa para ocasiones especiales.  Las costureras, no se daban a basto  para cumplir con la demanda de los trajes hechos a medida.  Los tres hermanitos estaban de  suerte, porque tenían modista personal- Mamá María, la abuela, dedicó parte de su vida a este “arte”-.  La abuela confeccionaba desde una blusa hasta un saco, los vestidos más pomposos o las batas de casa y desde un pantaloncito corto hasta los pantalones de caballero catrín; oficio de sastrería que le aprendió a su papá-.

 

 

Los “estrenos”, que así  le llamábamos a la ropa nueva surgían en los días de la feria del pueblo (usualmente eran cinco); el que podía estrenaba todos esos días, si no al menos un traje para ir a saludar al santo de la iglesia en el día principal.  El otro acontecimiento era para el Día de los Santos (de difuntos) porque se consideraba una fiesta el poder ir a visitar a los familiares que se han ido al infinito-todo ello muy bonito y colorido como las ofrendas florales que se suelen llevar para recordarles.  Tradicionalmente la navidad y el año nuevo eran otra ocasión para lucir ropa nueva.

 

 

No podía  faltar el del cumpleaños, podríamos prescindir de cualquier otra cosa como el pastel, los juguetes o la piñata, pero…el estreno era imperdonable.  Para conmemorar el día de la Patria, cada año se usaba uniforme nuevo, era diferente cada año…allá en la tienda del barrio se exhibía el modelo.  Para los más chicos que aún no iban a la escuela usaban réplicas del uniforme anual, con ello se cumplía la tradición de estar impecables y limpios para honrar la celebración.

 

 

Era todo un acontecimiento cada evento, las costureras como aquellos que vendían los finos o sencillos géneros podían contar con dinero adicional para ayudar a sus familias a sufragar sus necesidades de alimentación y educación.  La mayoría ahorraba para poder lucir su “ropa nueva”.  Hoy consumimos más de la cuenta…nos llenamos de cosas vanas, solamente por el hecho de mostrar algún estatus económico.  ¡Cómo disfrutábamos el hecho de “estrenar” porque detrás de ello había un esfuerzo bien ganado!

 Mirna Lissett