La palabra circunda por el tiempo,
su cadencia, que inventa los carriles
del sentido terreno, es un augurio
que susurra vitales y sublimes
cuchicheos urgando en la memoria,
corazones penetran y redimen.
Con ese dulce encanto caracolas
de deseos ardidos nos embisten.
Universo sonoro es nuestro canto,
alboroza, renace, un nuevo tinte
del momento que mágico libera
exhibiendo querencias intangibles.
Y te quedas soñando con sus alas,
sobrevuelo cruzando los jardines;
las pequeñas y bellas mariposas
en los sueños se instalan, se repiten.
Con la orquesta fecunda de la casa
el zumbido es opíparo convite.
Ante el hondo silencio y soledades
perfumadas de almíbar y jazmines
ya retornan, cortejan esta vida
cascabeles de mieles que conciben...
y las trae danzando con el viento,
reconforta sentirlas cuando arriben.