La Duda le pregunta a la Esperanza
porque nunca se pierde su sonrisa;
mirando que impiedad se intensifica
llenando nuestro mundo de desgracias.
Envueltas en ropajes que te engañan
caminan la ambición y la injusticia;
trayendo en sus alforjas escondidas
las dagas que tus sueños apuñalan.
Entonces la esperanza le responde
con rostro luminoso y muy sereno:
¡En tanto que palpiten en el hombre
de Paz y Libertad hermosos sueños;
y corra por sus venas sangre noble
un día la Justicia encontraremos!
Autor: Aníbal Rodríguez.