Si tus ojos claros me llaman
reclamando de mí suspiros
no los detengas bella dama
ni le impidas sus tiernos brillos:
ricos destellos ambarinos
mezclados con mieles silvestres
tan caros que cuando los miro
me elevan a planos celestes.
A tales luminarias pido
su cielo de ámbar para verme
cuando se oscurezca el camino
y vaya a tientas a la muerte
mi alma,mis pasos y destino.
Puedes mirarme y desarmarme
quedando desnudo e indefenso
y encima te vistes de alarde
desbaratando mis intentos.
No sé quien ganará el debate
entre el corazón y los sesos,
pero mi intención es amarte
antes que me descubra el tiempo.
Se me reduce el almanaque
pero no mengua lo que siento.
¿Dime cómo podré olvidarte
ahora que has dejado ciego
a un Prometeo que al mirarte
pagaría el mal por tu fuego?
W.M®