Me encontré a mi misma, nuevamente, buscándote...
En cada risa, cada suceso o anécdota; siempre tu nombre aparece, haciendo que me pregunte si tu risa se sumaría a las carcajadas del momento; o sí tu abrazo me rodearía cuando las primeras lágrimas comenzarán a brotar.
Temo que, luego de tanto tiempo, al fin acepte que sí; sigo buscándote, en este ventoso otoño que no apacigua mi alma sin su otra mitad...