En esta mi cama vacía tú ya no estarás.
Hoy me hundo entre almohadas de seda,
No te esperé y no se sí algún día vendrás.
Esperar por ti, ya no creo que yo pueda.
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Mis disculpas te dejé escritas, con dolor.
Cómo saber que mi ausencia te ofendería.
Hoy sé que la retirada tiene amargo sabor.
Sin embargo, entre los dos no hay sintonía.
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Mi mente creativa elabora una y mil excusas.
Nada es posible, todo ha muerto entre los dos.
Contigo, me he sentido presa como las reclusas.
Vas erguido, lleno de vanidad como un semidiós.
***
He venido sigilosamente, a darte mi final adiós.
No sabes las veces que, le pedí con fe, a mi Dios.