Dave Estrada

Querida musa de mis versos

 

En cada rincón de tu sonrisa descubro la poesía que se esconde tras las palabras. Eres el viento fresco que agita los versos de mi pluma y la melodía que susurra en mis oídos. No puedo evitar escribirte, confesarte lo que en mi pecho late, en esta carta que brota desde las profundidades de mi ser.

 

Eres el destello en la penumbra, la llama que arde en la noche más fría. Tu mirada es un abismo donde me pierdo y encuentro el refugio que anhelo. Cada palabra que sale de tus labios es un eco suave que acaricia mi alma y despierta los latidos de mi corazón.

 

En cada encuentro fugaz, en cada instante que compartimos, se desata una tormenta de emociones que me envuelve. Tus gestos, tus silencios, son las notas que componen la sinfonía de mi existencia. Soy prisionero de tu encanto, de la magia que desprendes sin darte cuenta.

 

Eres un misterio que deseo descifrar, un enigma que anhelo desvelar. Me seduces con cada paso que das, con la elegancia de tus movimientos y el magnetismo que emanas. Pero sé que soy solo un espectador en tu vida, un verso efímero en el libro de tus amores.

 

Sin embargo, no puedo evitar soñar despierto, imaginar un futuro donde nuestras almas se entrelacen en un abrazo eterno. Aunque el destino nos separe, quiero que sepas que siempre llevarás un rincón especial en mi corazón, un espacio reservado solo para ti.

 

Si alguna vez necesitas un refugio en medio de la tempestad, estoy aquí, dispuesto a ser el escudo que protege tus sueños y el hombro que sostiene tus lágrimas. Deseo ser el verso que acompaña tus días y las letras que adornan tus noches.

 

Dejo estas palabras en tus manos, como un regalo de amor y admiración. Si alguna vez te atreves a recorrer este sendero incierto junto a mí, estaré esperando con los brazos abiertos y el corazón dispuesto a entregarte el universo entero.

 

Con el anhelo de ser más que un suspiro en tu vida