Sólo es la vida un camino
que debemos recorrer
hasta poder entender
nuestro origen tan divino;
muy grande es nuestro destino,
porque debemos de ser
expresiones del querer,
del amor más cristalino;
somos chispas que han surgido
de la llama primordial,
del Paraíso perdido;
este origen celestial
nos retorna a lo vivido
universo fraternal...