Acompaño tu pesar y tu vacío
como el viento abrazador en la montaña
que, soplando con frescor, el alma baña,
cuando pasa el nubarrón y está sombrío.
Porque ahora que una flor perdió su brío
los recuerdos quedarán, y no me extraña,
porque siempre vivirán, en dulce entraña,
siendo diáfano tu amor como el rocío.
Acompaño ese dolor que te entristece
estrechando mis abrazos muy fraternos
si en tus ojos cae lluvia, cual inviernos,
por la flor que hoy con su pétalo adormece,
que te deja sentimientos muy maternos
y en la tumba con sus lirios, se florece.