NUBES
Dos nubes se trasladaban
lentamente al medio día
y al parecer se bañaban
porque agua del cielo caía.
Todavía yo me encontraba
trabajando en el vivero
y sentí que me empapaba
debajo de ese aguacero.
Entonces vino a mi mente
un recuerdo inesperado
de la lluvia que de repente
te dejó un día empapado.
Rápido a mí alcoba llegaste
me pedías que te secara
y yo ansiosa en ese instante
veía curiosa tú amada cara.
Feliz te abrecé complaciente
y te di calor que bien bastaba
para que te sintieras caliente
mientras tu cuerpo se secaba.
Amelia Suárez Oquendo
9-5-2023