Pobre el rey
de ser nombrado
sufre la Ley
de la virtud y el pecado
Le obedecen fieles
sus siervos
ofrecen sus pieles.
Y en sus ojos, los cuervos
despiertan reclamando
futuros placeres
que otrora zafando
muestran ocultos saberes
Pobre el rey
al ser destronado
sufre la Ley
de la virtud y el pecado
Si su trono sigue reclamando
su tiempo, se sigue agotando
nuevos los cuervos, distinto su dueño
viejo el poder, mismo su sueño