Ed-win

La Ășltima pesadilla

 Todo el día él solo podía creer en sus pesadillas,

y en el profundo temor de que regresaran.

 A la tercera noche el miedo le impidió dormir,

la ventana estaba iluminada.

 Él se levantó para cerrar las cortinas y,

 ¡qué sorpresa!, la luna llena era incomparable.

La contempló y le pidió  que lo ayudara a olvidar

esos malos sueños.

 Levantó la mano para saludarla, en un repentino

impulso le sopló un tierno beso.

Después se quedó dormido y un poco más tarde

percibió un ruido.

La ventana se abrió y pensó que escuchó a

una mujer llamándolo, giró la cabeza y se dio
 
cuenta de que algo estaba pasando.
 
Una luz azul iluminaba la habitación, él no
 
podía ver nada, entonces miró hacia arriba y
 
para su asombro, otra vez más había otro
 
agujero en el techo.
 
 No era negro ni luminoso, sino que estaba
 
lleno de anillos de colores sólidos que vibraban
 
y giraban en espiral.
 
¡Nada que ver con el hermoso arcoíris!
 
El hombre se cubrió con una manta hasta la cabeza.
 
Un rato después sintió calor, una presencia susurró
 
a su alrededor y la curiosidad no tardó mucho.
 
Algo más estaba;
 
Una figura que iluminaba la silueta de una mujer
 
 hermosa, parada frente a la cama.
 
 Con el pelo largo plateado y con el mismo color
 
de la luna.
 
Su rostro irradiaba tanta luz que tuvo que cerrar
 
los ojos.
 
Cada vez sentía más fuerte la vibración y la luz
 
se hacía más intensa a medida que se acercaba.
 
  En su mente repetía casi suplicando:
 
— vete, vete por favor.
 
   Su respiración estaba muy agitada;
 
Cuando menos se lo esperaba, ella le acarició
 
suavemente, después le dio un beso en la frente
 
y dijo: —No te preocupes, estoy aquí para ayudarte,
 
siempre me rezas, así que mantén la calma.
 
A partir de esta noche, dormirás como nunca lo
 
has hecho y no desearás volver a despertar.
 
 Descansa tranquilo, disfruta de un buen sueño,
 
un largo viaje te espera.