Entre los pliegues
de sábanas frescas,
perfumadas,
mi piel te espera...
La ansiedad devora
mis entrañas
y un calor insoportable
me quema las caderas...
El beso suspendido
para ansiados momentos
que no llegan...
Y el corazón anhelante
escudriñando sonidos
de pasos que se acercan...
\"Quiero entrar en tu aposento
y de hoy en adelante
amarte con el cuerpo
y el alma al mismo tiempo\",
me dijiste al marcharte,
cuando aún no amanecía...
Y es ahora que estoy,
desnuda y encendida,
esperando por tí esta tarde...
Ansiando que llegues
para amarme,
en mi alcoba vacía...