Olvidando la ironía de que esto es una carta de
despedida, donde al final quizás termine con sangre encima.
Donde acepto el rendirme y soportar la agonía de mi partida
Si lo confieso pude haber llorado y quizás no tener tanto dolor Acumulado
Pero que se puede hacer si tenía que ser \"hombrecito\"
y ser aquel niño que le tocó crecer a las patadas y
aprender qué la vida no es mas qué patrañas.
El último poema qué escribiré
y al final de cuentas también
odiare
como odie a todo el mundo
desde que tuve razón,
exceptuando pequeños casos en los que deje de odiar
y mi corazón vulnerable se
volvió
O esos pequeños momentos de alegría
donde toda alma vacía decide descansar de su agonía
este poema y pequeña carta lo escribe aquel suicida
Que fuma su último cigarrillo en medio de la noche
recordando lo poco que ha logrado, aquel que deseo
llamar la atención de las
personas buscando escapatoria
pero que oculto todo en medio de risas e historias
Aquel que escribió varios poemas pero todos demostrando
la verdad detrás de su sonrisa
Un poeta joven que escribe para desahogarse pero termina
más hundido con cada frase ese poeta soy yo
y el suicida esta noche será mi alterego
Que decidió sufrir y llorar en medio de una sonrisa que se llama desolación.