Pyck05

LA ROSA BLANCA...

La rosa blanca
estaba, temblorosa,
ante sus ojos.

En el jardín
se alzaba y destacaba
en un rosal.

Ibas con ganas
de cortar y tomarla
como regalo.

Pero sentiste
un dulce escalofrío
y la dejaste.

¡Que siga viva,
mostrando su belleza
a quien la mire!

Y siguió ella 
tan bella y tan lozana
por unas horas.

Al otro día 
pasaste por su lado.
Te sorprendiste.

Sus bellos pétalos
estaban marchitándose
poquito a poco.

Y la sonrisa
y el beso de tus labios
también lo hicieron.

¡Qué poco dura
la gracia y la belleza
que nos regalan!

Rafael Sánchez Ortega ©
17/05/23