Raúl Bonilla

La Ciudad de los Espíritus de la Noche

En el acantilado, asentada en la noche eterna 

La ciudad de los Espíritu esparce su magia en el océano de lágrimas

Camino sus calles con una linterna

Entre los colores nos disfrazamos sus fantasmas

 

Algunos tienen la habilidad de ver más allá de la muerte 

Y conocer el destino de los seres vivos que deambulan solitarios en estas callejuelas 

Mujeres y hombres que salen a conocer la noche

 

Otros simbolizan la pasión que crece en la lujuria silenciosa 

Que emana de cada cama en perfecta sincronía 

Ruidos que claman por más víctimas en la noche 

 

Y algunos podemos escuchar las almas 

Y saber los terribles secretos que se esconden en las sombras 

El canto del destino que agobia las mentes de quienes no creen 

De quienes esperan ansiosos un amanecer que nunca llega

 

Y cada noche, en el multicolor desfile de hombres, mujeres y espíritus 

Bajan desde la ciudad hasta la playa

En el mar de lágrimas los esperan sirenas y tritones, impacientes por procrear la nueva generación de espíritus y fantasmas

Quienes serán los nuevos guardianes de esta eternidad