A veces se esconden detrás de los sueños.
Recuerdos pequeños, que ya son difusos.
A veces confusos se pierden llorando.
Y salen volando por tristes cuadernos,
que blancos y tiernos reciben su voz.
La pluma que es veloz entonces los besa.
Y de nuevo empieza su efímera vida.
De una idea escondida a folios mojados
De versos cansados a rimas que gritan.
Palabras que agitan recuerdos ya muertos.
La hoja es un desierto que cubre la pena.
Sepulta al poema junto a su pasado.