Son también paisahes las personas
Lágrimas en sus venas
Lágrimas en la soledad de su atardecer
Podríamos querer cumplir un mandamiento
Y somos conscientes de su sufrimiento
Y somos conscientes de su soledad
Una nada también se expresa en los latidos
Una cruz se interpone en su carne
Vivir entre las ramas y raíces destruidas
Remar en y sobre las gaviotas
Curar y recuperar sus nidos
Ser un color perdido en su estrella
Y no sabemos más que destruir
Y no sabemos más que morder las penas
Desear ser el soporte que nunca alcanza
Hundir el presente sobre el fuego y el calor
Vivir preparados para qué
Si sin cadenas tal vez seamos más felices
Recordar un rigor que ya no es tensión
Despertar al fantasma más herido y no saber decir
Perdurar en el sonido de la voz
En el sonido que dice \"adiós\"
En el suspiro de los núcleos
En la escasez de las almas