alejandro guardiola

UNA NIÑA CUALQUIERA

 

 

El poeta y su perrita
Sant Cugat del Vallés
Barcelona :: España
21/05/2023
UNA NIÑA CUALQUIERA
Portaba de la mano su muñeca
aquella que su madre una vez diera
portaba de la mano su muñeca
y en los ojos, un mucho de su pena
Buscaba una caricia, una mirada
un algo que le diera una esperanza
tan solo la muñeca entre sus manos
recuerdo de una madre que partiera
Declinaba la luz en los caminos
la noche avanzaba lentamente
cansada, hambrienta se quedó tendida
en un portal, pero el sueño no llegaba
Aterida de frío, tiritando su cuerpo
al fin sin quererlo, se quedó dormida
el rojo amanecer se pronunciaba
anunciando un sol que ya llegaba
Una niña al pasar vio a la niña
mira abuelito, está dormidita
el abuelo se acercó, dos lágrimas brotaron
miralá, no está dormida, ya se ha ido
Abrazada a su pecho, la muñeca
aquella que su madre una vez le regalara
los ojos abiertos, mirando al cielo
el cuerpo tendido, desmadejado, yerto
El gemido tristisimo del viento
soplaba suavemente en la mañana
y una lechuza desgranaba el cante
anunciando que la noche se acababa
Hoy quiero dedicar un pensamiento
a aquella niñita que se fue una tarde
y a tantas otras, que olvidadas de todos
llevan a cuestas su triste bagaje
Muere la flor, sin que nadie la riegue
igual que las niñas tan inocentes
olvidadas de un mundo tan infrecuente
mientras buscan piedad en sus miradas
Tanta puerta cerrada, indiferente
tantas iglesias tan llenas de gente
y tanta estrechez en sus palabras
olvidando el hambre de su gente
Cuantos niños han de morir todavía
buscando una esperanza que no llega
o un poco de amor en las miradas
de aquellos que desprecian su llegada
Y no ha de quedar quieta mi pluma
evocando el recuerdo de la niña
y me pregunto Señor, hasta cuando
callará el cielo tanta infamia