Estoy hecha de retazos de esperanza,
coletazos de ilusión y voluntad;
de pequeña siempre mamá confió en mi alma,
y su fe le ha insuflado alas a mi andar.
Mi vestido está bordado de coraje,
que he tejido pa’ poderme levantar;
no sé cuanto me sostenga firme en pie,
pero mientras Dios lo quiera, así lo haré.
Si pudiera cambiar cosas de esta estancia,
no pidiera de mi cruz poder librar;
solamente yo quisiera de otro abrazo,
de esa madre que me amó sin protestar.
Se ha quedado como un Dios en mi memoria,
como el ángel que nació para cuidar;
renunciando a ella misma y a cualquier ego,
por la misión de una madre rescatar.
La ha cumplido ¡oh mi señor! ¡sí la ha cumplido!,
y cada día en mis pasos ella va,
me sonríe y en sus labios tan serenos,
una voz se escucha: ¡sigue, aún hay más!.
Lucila De Melo(MMGA)
Uruguay