De donde han venido los grandes hombres y mujeres de la historia?
A veces me quedo pensando en el origen de ellos y me sorprende que coincidan en el mismo.
Humildes en su mayoría pero influenciados por una riqueza espiritual interior y una avidez de conocimientos y de curiosidad por descubrir “la verdad”, los llevaron a perseguir un objetivo determinado.
La mejoría del bien común.
Los católicos vemos que el mismo Jesús, “ a pesar de su condición divina, no se aferró a su categoría de Dios, al contrario, se despojó de su rango, y se hizo uno de tantos...» (Como dice San Pablo).
Desde su aparición en el río Jordán, para bautizarse entre los pecadores, bajó a donde estaban las clases más bajas y rebajadas de la sociedad, para estar con todos y compartir su situación dolorosa e ignorada conscientemente por políticos y religiosos.
Al suelo se echó para lavar los pies a sus discípulos.
Y por andar entre pecadores, prostitutas y gente de mala fama «su prestigio personal» quedó por el suelo.
Por el mismo suelo que se arrastró llevando a cuestas el madero de la cruz, para terminar colgado sin aspecto casi humano, despreciado, machacado y rechazado por todos.
Jesús «huyó» toda su vida del poder.
En varias oportunidades advirtió a sus discípulos que no fueran como los poderosos de este mundo... Ni siquiera debemos usar «títulos honoríficos» (padre, maestro, rabí... eran los de entonces; hoy serían...), ni tampoco busquemos los primeros puestos, ni reverencias, ni... (etc. etc. etc.) .
En éstos tiempos de elecciones cercanas, en plena turbulencia social y de ofertas públicas de candidatos a las bancas de poder, quisiera hacer mi plegaria por mi claridad de pensamiento.
No es fácil distinguir entre la función circense de cada día, cual de los payasos me hará reír más en esta tragicomedia o a cual de los domadores de fieras deberé temer más.
Todos se venden como los mejores salvadores del desastre en el que ellos mismos nos han metido (o han contribuido desde la banca de enfrente para que así sea) y ante tanto desparpajo y desvergüenza, los invitaría a leer ya no la Biblia, porque entiendo que muchos que aún jurando sobre los Evangelios no creen en nada más que el estatus social y el dinero, sino una de las obras literarias que debiera seguir enseñándose en la escuela secundaria, tal era en nuestra juventud y al cual acudo de vez en cuando en mis madrugadas y que encierra una sabiduría intachable aún en la actualidad.
Eso si, sólo pondré algunos, para no extenderme tanto ya que Dios tiene muchas plegarias que atender…
Dice “Don Quijote” a Sancho, cuando éste se postula a un cargo político (gobernador):
“Esto que hasta aquí te he dicho son documentos que han de adornar tu alma”.
Así como Jesús en su Ascensión envía a sus discípulos a “evangelizar”, en el plano más actual Cervantes es filoso y directo con quienes pretenden dedicarse al servicio de la comunidad desde las bancas de gobierno, en su mayoría pervertidos con la corrupción, la falta de respeto a los valores esenciales del hombre, la ineficiencia, la falta de visión; y, en suma, de liderazgo.
El gobernante de hoy en efecto sucumbe ante el “golfo profundo de confusiones”, como sentencia El Quijote, al ejecutar los cargos para los que fueron designados.
Aunque se lo nombre y se jure por los Santos Evangelios, no es ningún secreto que la mayoría de nuestros gobernantes no tienen temor de Dios como señala Don Quijote a su escudero, “porque en el temerle está la sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada”
Y fallan, las más de las veces, como señala Cervantes en “conocerte a ti mismo que es el más difícil conocimiento que pueda imaginarse”.
Ni hablar de estos mismos personajes que sigan una de las máximas donde dice: “hacen gala de la humildad de su linaje”.
O podemos referirnos a esos feudos del interior en donde los políticos roban impunemente, y la justicia -muchas veces ciega- procura más al poderoso que al humilde, alejándose mucho del precepto del Quijote, de que: “si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia”.
Ya no me pregunto por el cumplimiento de alguno de los Mandamientos (No matarás, No robarás, ….sino me pregunto ¿Quién de los gobernantes de todos los niveles en nuestros días, cumple la máxima de Cervantes, de que “si tomas por medio la virtud y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para que tener envidia a príncipes y señores”?
¿Cuál de nuestros candidatos de hoy, que niegan descaradamente la realidad que vivimos los de a pie, podría decir al final de su vida : “Si estos preceptos y estas reglas sigues, Sancho, serán luengos tus días, tu fama será eterna, tus premios colmados, tu felicidad indecible”.
Te pido Padre en mi Plegaria de hoy, trabajar o seguir trabajando desde mi pequeño espacio para que la iglesia a la que pertenezco (o decimos pertenecer) se parezca mucho más a lo que Jesús quiso, pues el paso de los siglos la ha ido llenando de elementos poco evangélicos.
Te pido trabajar para lograr un espacio que sea mucho más «comunidad de discípulos y testigos» que sirven desde abajo.
Todos debemos ser un poco Discípulos y Evangelizadores mediante acciones directas, testigos de un Dios que quiere estar en las periferias donde viven los que sufren, los que necesitan palabras y gestos de esperanza, donde hay cadenas que romper, horizontes que abrir, y por sobre todo, un nuevo amanecer por descubrir.
Buen Domingo
Pampa Dormida