Labios arcanos que revelan secretos, en tu boca viven los besos más dulces y traviesos, con frases audaces, que esconden misterios, que provocan el pecado y la llama de perfumes.
Ojos que encierran enigmas indescifrables, tus ojos que anuncian verdades ancestrales, expresiones que se asoman al balcón de mi alma, para otear un cielo estrellado en calma.
Brazos abiertos en noches cerradas, con caricias prohibidas y piernas enamoradas, sorbos de placer en mi germen de vida, que sacian tu sed y te ocultas en mi pecho.
Cuando tu cupulas se dividen mis deseos, el universo entero se embebe y se expande en pasiones, y yo moriré en tu pensamiento sobre las cenizas del fuego que encendiste, y desnudo caminare por la piedad de tus sensaciones.
Hablemos, solo hablemos, hablemos de amor, de ese amor que nos permita, andar descalzos por la tierra y cobijados de misericordia de nuestros corazones, mientras escuchamos la ligera melodía que produce el temblor de nuestros cuerpos cuando nos abrazamos.
Así nuestros labios se funden, y al despegarnos, tus ojos y los míos se sigan enamorando hasta que destino lo decida, y seguiré imaginando la melodía más hermosa, mientras te observo caminar por mi corazón y lo consumas hasta la última gota de mi sangre.
Y cuando sacies tu sed de amor, te darás cuenta que viviré por siempre en ti.