Para qué, guardas tus besos,
Si cuando llegue la hora,
Los míos, de sed, yertos.
Fenecerán mi señora.
Y si mis labios están extintos,
Buscarás un amor distinto.
Para gastar tus febriles besos.
Mi amor, desprende el broche,
Que yo soltaré, el botón.
Y disfrutemos juntos, con derroche,
Una noche de pasión.