Siempre hay luz que lo descubre
al malvado que se oculta,
porque el bien, siempre sepulta,
lo dañino y lo insalubre.
Y a quien al malvado cubre
¡Ya sabrá lo que resulta!
Siempre hay luz que lo descubre
al malvado que se oculta.
Piense el malo y elucubre,
si a la inteligencia insulta.
Si la oscuridad lo encubre,
de manera muy estulta…
¡Siempre hay luz que lo descubre!