A veces yo me imagino,
que ya llegaste a tu nuevo hogar
en donde nace lo divino
y mora la felicidad sin par.
Y me imagino que tú contento
corriendo y ladrando vas
tus cuatro patitas al viento
y tus alas, porque estás
En un lugar mejor, imagino
que más feliz tú allá serás
¡Qué lindo angelito canino
la hueste del cielo tendrá!
Me imagino, que llena de luz
te recibió muy feliz María
y te veía con mucha alegría
tierno y risueño, el niño Jesús.
Pues tiene una nueva mascota
el niño Jesús, con quién jugar
cuando su Padre en voz ignota
al Jardín lo llama a pasear.
Todo eso imagino, aunque triste
pues duele que ya no estés aquí
gracias por el amor que me diste,
el cual fue el mismo, que yo te dí.