Quiero beber del pozo
que haz abierto con tus manos
en la esquina del desierto
que transita por mi vado.
Mi sed escarba la arena
que se barre en la nostalgia,
mi sed sacude el polvo
que rebota en los recuerdos,
mi sed de ti es un trozo
tan intenso como el tiempo.
Quiero beber las gotas
esculpidas en tu cielo
quiero beber las penas
derramadas en tu seno.
Quiero mi sed saciarce
como la sed de un perro
en el centro mismo
de tu frescor etéreo.