Me hechiza su mórbida piel
que iguala al sedoso satín
y adoro sus labios carmín
que son del amor un coctel.
Despierta de ensueños tropel
su cuerpo con gracias sin fin;
y brinda glorioso festín
con besos que saben a miel.
Posee un encanto especial
que me hace vibrar de emoción
con una sonrisa sensual
que invoca fogosa pasión;
que vierte de fuego caudal
de orgiástica y fuerte erupción.
Autor: Aníbal Rodríguez.