De noche me despiertan las cigarras…
Recuerdo serenatas con guitarras,
cantándole a la luna y las doncellas,
diciéndoles en versos que son ¡bellas!
La historia siempre deja muchas huellas,
así como los cielos con estrellas.
¡Qué bellos eran los amaneceres,
de amores prodigados por los seres!
Hoy tigres amenazan con sus garras
y aumentan cada vez torpes querellas
que anulan el amor versus placeres.