Un lunes creí ser hierba
mas el martes como arbusto crecí.
El miércoles salieron ramas
con follaje el jueves me cubrí.
El viernes flores amarillas
¡Que precioso, me sentí!
El sábado hubo tormenta.
¡Indoblegable, me intuí!
El viento me desnudó,
hojas y flores arrancó.
Mi fuerte tronco se quebró
un rayo entero me partió.
Agonizante, herido
llegue al lunes perdido;
siendo un suspiro de hierba
y allí todo comenzó.
Katha Pereira