hay días en que desearía
no estar aquí, desearía
estar en algún lugar
muy lejos de aquí
el nido del hogar es cálido y
placentero, pero a veces puede ser
un lugar muy frío
el afecto se comparte con miedos y
frustraciones
en la mesa la leche es tibia
la miel es dulce
el pan no escasea
pero el amor puede ser
un trago amargo difícil de tragar
la voz tierna que arrulla
también crea inseguridades
las manos tiernas que acarician
también lastiman el cuerpo
los hijos rara vez nacen a la medida
ellos pueden ser una bendición o
un reto de Dios, sin embargo
lo que está mal hay que corregirlo
lo que no se sabe y es indispensable
hay que aprenderlo
de una forma u otra
por las buenas o por las malas
todo es para mi bien y
un día estaré agradecido
por ahora, debo esforzarme más y
dar lo mejor de mí
porque ellos no esperan menos
yo entiendo todo eso
me lo repiten constantemente
por esa razón camino y
me comporto
como a ellos les agrada
digo que sí, que no o
callo, según me lo permiten
tratando de no meterme
en problemas, pero
qué más puedo ser
sino yo mismo
eso es lo más simple o
lo más difícil, o quizá
el mejor reto
de toda mi existencia
aunque, con la fuerza
de mi sangre y
sin tener otro ejemplo
aun sin quererlo, sigo
los mismos hábitos y llevo
los mismos remordimientos
yo sé que ningún esfuerzo
mérito o logro
serán nunca suficientes
sin embargo, sería bueno escuchar
«hijo, te amo tal y como eres o
en esto y lo otro tú te pareces a mi»
algunas verdades duelen
algunas verdades
son difíciles de aceptar
verdades como los lazos familiares
que no se pueden negar
es verdad
nadie puede herirte más
que aquellos a quien tú amas y
cuando en el nido del hogar
las paredes finalmente hablan
toda la casa tiembla