Aquello que alguna vez fuimos,
que con cariño generamos,
aquello que creimos haber creado;
se ha vuelto en mi contra,
se ha desvanecido,
como cada uno de los cigarros que he consumido
me ha dejado inundado, en desdicha,
en intriga de saberme vivo,
por lo menos en tus recuerdos,
sumergido, mas no ahogado,
soltando pequeñas bocanadas
que envenenan cada vez mas mis entrañas,
burbujeando,
el poco aliento que me queda,
liberandose hasta la superficie,
que aumenta
dejándome menos salud y menos alma,
a sabiendas que no disminuirá
el dolor que me inunda,
resignado a descender cada dia más,
de poco o nada sirve recordar lo que éramos,
pues de ello poco o nada resta,
no habrá espera,
pues no hallo sentido de esperar,
no habrá lucha,
lo que éramos se ha rendido,
cada papadeo,
cada respiro,
me sumerge más
y un poco más
en lo que resta de lo que éramos